@fede La libertad tiene dos vertientes fundamentales, la psicológica y la filosófica, y yo me muevo más teniendo como referente la primera, será deformación profesional como trabajador social. Para mí, a nivel filosófico es una especie de entelequia, que es lo que comentaba: ¿qué es esa facultad humana a nivel real si estamos constantemente rodeados de pequeñas coacciones y estados coercitivos? Al inicio de la película "Amistad", de Spielberg, aparecía una frase de no recuerdo quién que afirmaba: "la libertad no es algo que conseguir, es un derecho con el que se nace". Eso está muy bien a nivel filosófico y es importante tenerlo en cuenta en todos los contextos, pero en la calle, en donde me muevo, lo que hace falta tener en cuenta son los condicionantes a esa libertad o acabas creyendo que nunca hacen lo bastante habida cuenta de esa facultad inherente @gatooscuro
@fede Eso quería decir, pero por eso no comparto la libertad como una entelequia, sino que siempre la considero condicionada por el contexto sociocultural y económico y entonces, ¿es libertad tal y como se ha dado a entender desde determinadas corrientes filosóficas? Precisamente, en mi primera novela, el tema transversal es el imposible equilibrio en determinados espacios entre la libertad y la toma de decisiones. Pero vamos, si desde los presocráticos se está tratando este tema sería la caña que lo resolviéramos ahora en gnusocial y Pleroma XDXDXD @gatooscuro
@fede Disculpe usted que me meta donde no me llaman :P, pero en este tema de la libertad soy especialmente sensible porque llevo casi 25 años compartiendo vida y acompañando a colectivos en exclusión social y en determinados contextos, el pensamiento de que siempre se es libre se quiera o no (si lo entendemos en el sentido que se ha empleado de facultad-posibilidad de elección) está muy cercano a las frases que he escuchado muchas veces de que los pobres viven así porque quieren. En mi barrio muchas madres no pueden llevar a sus nenes a la etapa de infantil ni a la de bachillerato, aunque les gustaría; ni muchas madres pueden dejar al marido maltratador porque no tienen ningún apoyo económico ni social cercano, aunque les gustaría; ni los nenes y nenas tienen fácil renunciar a actitudes violentas, porque casi ni saben lo que es eso... Las situaciones de injusticia impiden de manera sinérgica y sistemática que las personas sean libres de elegir. O eso piensa uno :) @gatooscuro
@fede Lo del tiempo es mi caballo de batalla; tengo mi tercera novela en la mente desde hace meses y todavía no he escrito ni una línea :p. A ver si arranco, como las motillos.
@fede Y eso que dicen que leyendo es como mejor se aprende a escribir XDXDXD. Cuanto más aprendo, menos sé. "Nulla dies sine linea", compi, aunque no sea poesía. Tengo un blog en noblogs, Zaguer@s, donde voy subiendo (casi siempre todos los lunes) las tontás que se me van ocurriendo, más libros/cómics y películas sobre temas sociales. Hay también se pueden ver las dos novelas publicadas; la primera en digital y descarga libre, Mishasho (bastante más liosa y compleja), y la segunda, Yo, tú... él que, de momento, solo está en papel :). ¿Y tú no tienes nada entonces?
@fede Jeje, después de dialogar sobre Freud, Sabato, Milton, Rimbaud, Dostoievski... decir que yo también tengo libros escritos es como meter entre los manjares a una piruleta :). Uno hace lo que puede.
@rafapoverello Durante mi adolescencia, dediqué una gran parte de mi tiempo y el dinero que ganaba, en libros y discos, literalmente cientos. Hace ya unos años, comencé a regalar todo. Excepto por algunos, muy pocos, libros. Entre ellos, "El libro del desasosiego". No recuerdo bien cómo llegué a Pessoa, me parece que leyendo, e investigando, a Oliverio Girondo. La conexión fue inmediata. Toda su obra, con sus distintos nombres, me gusta mucho. Pero El libro es difícil de calificar. Es sobre todo, muy humano. Hermoso, lleno de cotidianas soledades y esa sensación de la pura existencia, cuando comprender la gratuidad de la vida se vuelve insoportable, vertiginosa y fascinante. Aún lo tomo, abro cualquier página y lo dejo entrar por mis ojos, y cada vez es siempre diferente. Algunos libros producen impresiones profundas. Este ha sido uno de ellos en mi caso, junto con Una Temporada en el Infierno, de Rimbaud, y El Ser y la Nada, de Sartre. También me resulta difícil no vincularlo con La Náusea.
@fede Hay una obra de Cesare Pavese, El oficio de vivir, una suerte de diario íntimo que cada vez que termino una novela ojeo en la estantería de casa y no llego a meterle mano por esa inextricable verdad que supura en toda literatura autobiográfica y que cuando hablamos de ensayos filosóficos o psicológicos, aunque sean novelados, como La náusea (El ser y la nada no lo ha leído) o El túnel de Sabato, no son capaces de conmoverme de la misma manera aunque me impacten. Una temporada en el infierno es otra cosa, puro expurgo, que me invade y emociona, igual que De Profundis de Wilde o Carta al padre, de Kafka. Otros terribles expurgos :(. Yo hace años que no compro libros, soy fan número uno de las bibliotecas públicas y de la biblioteca materna :).