Hoy he tenido un día de mierda, pero al final he llamado al chico del hilo del otro día y hemos quedado en la puerta de la iglesia. Todos los lunes acompaña a su madre a misa de 7, es fácil pillarle ahí.
Ha dejado a su madre y me ha propuesto hacer una de las cosas que más me gustan en la vida:
Dar un paseo al tiempo que hablamos. Nada de sentarse a tomar algo, no. Simplemente dar un paseo y charlar.
Es increíble, pero 25 años después, nuestra amistad sigue intacta.