"Mi ala está pronta al vuelo.
Retornar, lo harĂa con gusto,
pues, aun fuera yo tiempo vivo,
mi suerte serĂa escasa"
Gershom Scholem, Saludo del Angelus.
Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus Novus. Se ve en Ă©l un ángel, al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su rostro está vuelto hacia el pasado. En lo que para nosotros a parece como una cadena de acontecimientos, Ă©l ve una catástrofe, que arroja a sus pies ruina sobre ruina, amontonándolas sin cesar. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destruido. Pero un huracán sopla desde el paraĂso y se arremolina en sus alas, y es tan fuerte que el ángel ya no puede plegarlas. Este huracán lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cĂşmulo de ruinas crece ante Ă©l hasta el cielo. Este huracán es lo que nosotros llamamos progreso.
Tesis IX sobre el concepto de Historia (1940) - W. Benjamin