Pues ya he tenido mi primer encontronazo con la Mari, que si no es por Bruma me la mordían en el cuello. Si tienes un perro reactivo por muy pequeño que sea, vigilalo y no te quedes a 300 metros sentada en la mesa de la terraza de un bar pasando de todo.
Seguro que si Bruma llega a morder al perro ese la culpa iba a ser mía... Un perro no es un juguete.