Normalmente escribo en un editor de Markdown y le doy un par de vueltas a los textos. Esto ha sido improvisado, escrito directamente en el panel del blog. Y sigo con una sensación de felicidad calentita después de publicarlo.
Genteciña, me tomo uno de mis descansos periódicos. Me he dado cuenta de que estoy muy metido en redes últimamente y me propongo hacer actividades que requieran algo más de pausa. Planeo ausentarme hasta febrero, pero ya sabéis cómo funciono, a lo mejor sí o a lo mejor no. Entraré puntualmente a compartir alguna cosa y revisar menciones si las hubiere. Si necesitáis algo de mí, ya sabéis dónde están mis otros métodos de contacto.
Ayer hice las últimas gestiones relacionadas con las fiestas y fui a ver la cabalgata a otro municipio, así que hoy puedo... ¿quedarme en casa? ¿Vaguear? Se me hace hasta raro.
Con todo este tema de Lalachús, ayer tuve una revelación de pacotilla de estas de las mías. ¿Qué pretende la gente en internet señalando continuamente que una persona está gorda? La única respuesta que encuentro es "hacer daño". Varios pensamientos. 1. Una persona gorda sabe que está gorda. 2. Esa persona gorda tendrá gente cercana que se preocupe por ella mucho mejor que un random de internet. 3. El número 2 solo aplica si aceptamos eso de "decirle gordo a alguien es preocuparse por su salud", que es mentira. Gordo es una palabra hiriente sin más. Las modelos raquíticas con las costillas marcadas y que padecen problemas alimenticios igual o más chungos no reciben tanta "preocupación". 4. Los hombres gordos también reciben mucho odio. Habría que ver si tanto. Apostaría a que no tanto. Sexismo y eso. 5. Si piensas "ahora ni siquiera se le puede decir gordo a un gordo", háztelo mirar. Son pensamientos a vuelapluma eh, tampoco me he parado mucho a darles forma, pero más o menos sería así.
Necesito recomendación. Los calcetines de dedo que me compré en Amazon para probar se están rompiendo y/o poniéndose feísimos, pero todo lo que encuentro online me parece bastante caro (12-13€ por unos calcetines...). ¿Alguna recomendación? Si tengo que pagar ese precio lo pago, pero al menos quiero tener cierta garantía.
Tres días en Londres son objetivamente muy poco tiempo, más aún al dedicar buena parte de uno al estudio de la Warner sobre Harry Potter, que era condición sinequanon. Hemos visto los puntos más habituales pero sin entrar en ninguno. No es mi primera vez pero quiero disfrutarlo más con estos amigos, habrá que volver.