No somos iguales y es parte de la libertad, así las piezas pueden moverse para orillarnos a nuestra verdadera esencia, la reconocemos porque es ella la que toma las decisiones que nos hacen sentir cómodos, tranquilos. El destino no es el fin último de la vida, es cada pequeña cosa con la que debemos contribuir en la vida de otro para guiarle y ellos a nosotros.