Defender la tierra y el agua es defender el futuro rural
Por tanto, ante tanta promesa vacía de progreso digital y empleos inexistentes debemos plantearnos a costa de qué estamos dispuestos a pagarlo.
¿De las noches sin dormir para las vecinas de El Gamonal y El Casar de Talavera por los zumbidos de los Centros de Datos? ¿De la pérdida de biodiversidad del río Tajo? ¿De no poder beber agua potable del grifo en unos años? ¿De la pérdida de cultivos por la sequía provocada por Meta? ¿De veranos más calurosos debido al aceleramiento del cambio climático?
Como manchegos sabemos pensar a largo plazo, y esa es nuestra mejor herramienta para luchar y resistir ante las infraestructuras que amenazan nuestros territorios y la naturaleza que debemos proteger.