Pues resulta que Eugenia Martínez de Irujo tenía ocho pozos ilegales en Doñana y ya era la segunda vez que la pillaban robando agua porque la "pobre" no se la podía pagar. Pero por supuesto en vez de meterla en la cárcel por ladrona reincidente vamos a pagarle el agua entre todos, como la luz del palacete de Esperanza Aguirre. Pero a vosotros que no os vea robar una barra de pan PUTOS POBRES.