¿Habremos pasado el punto de no retorno en el que ya no podemos acabar ni limitar el poder de los megarricos? Quiero pensar que no, pero la actualidad me sugiere que sí.
Aquí, viendo «Cromwell», de 1970, con Richard Harris y Sir Alec Guinness en el papel de Carlos I de Inglaterra. Me parece más dramática que la que se tituló «Matar a un rey», de 2004.
No todo el mundo sabe que la primera revolución contra el absolutismo no fue la francesa, ni siquiera la americana, sino que un siglo antes de eso el parlamentarismo inglés le hizo la guerra a un rey absolutista, le venció y le cortó la cabeza, estableciendo después una república en Inglaterra.
-¡Soy un sirviente del fuego secreto, portador de la llama de Anor! ¡No puedes pasar! El fuego oscuro no te servirá de nada, llama de Udûn! ¡Regresa a la sombra! ¡No puedes pasar!
He soñado que formaba parte de un retén militarizado para vigilar un transformador durante unas lluvias, pero el sargento no sabía dónde estaba el puñetero transformador, así que tenía que buscarlo de noche por un barrio desconocido y lloviendo que te cagas.
Tiene gracia todo esto de #chatcontrol, toda vez que la Constitución Española, en su artículo 18, garantiza explícitamente el secreto de las comunicaciones y la limitación de los medios informáticos con el fin de garantizar la intimidad de las personas.
Todo lo demás que nos cuenten son mandangas inconstitucionales.
«Yo preferiría, con mucho, ser feliz a tener razón».Douglas AdamsSe sobreentiende en todos mis escritos el animus iocandi, por lo que pueda pasar.Sevilla tiene un calor especial...