Para encontrar el origen de la expresión la mayoría de expertos lo ubican hacia el último cuarto del siglo XIX, señalando que por aquella época se puso de moda en las mejores confiterías el comercializar fruta confitada a modo de golosinas y/o dulce, siendo la pera la que mejor reclamo tenía por parte de los compradores. https://quitter.no/url/1617023