Si de verdad le mueven las buenas intenciones a Alejandro le pediría, por favor, que se preocupe por cambiar el contenido de sus letras y de sus videos y que se ponga detrás, y nunca delante, de las mujeres que luchan por la igualdad, antes de hacer marketing con los malos tratos. O, como dirías tú, querido Alejandro, te lo agradezco, pero no.