Suponete que tenés un objeto cualquiera que se mueve a través del universo.
Puede ser una estrella, un planeta, un asteroide, una piedrita, o un electrón.
Para hacer más amena la charla, digamos que es una nave espacial.
¿Cuales son las leyes que dictan su movimiento?
Por supuesto, dirás, son las leyes de Newton.
Y es verdad, claro. Pero resulta que esas leyes se pueden formular de una manera alternativa y muy bella, que se conoce como "principio de mínima acción".