Qué lindo sería una final Argentina - Inglaterra.
Qué lindo sería que nuestra hinchada lleve un cartel gigantesco recordando la hambruna que Churchill provocó en Chittagong, y el Holodomor subsiguiente que diezmó al pueblo bengalí (hoy bangladesí).
Qué lindo sería sellar una amistad geoestratética con Bangladesh (pueblo incluso mucho más sufrido que el nuestro si nos ponemos a pensar) que nos abre puertas en Asia.
Qué lindo sería decretar que los ciudadanos bangladesíes que quieran ser argentinos pueden tramitar el DNI y naturalizarse con cursos de español.
Y qué lindo sería romperles el culo a los garcas vernáculos con tender un brazo de amistad con un pueblo que nos ama por nuestra rivalidad con los infames piratas anglosajones.