Qué pesadez. Toda la caverna mediática refunfuñando por el delito de sedición, pero sin decir nada de lo verdaderamente peligroso de la reforma, que es la criminalización de la protesta social.
Se trata de una reforma que, al igual que la de 2015 de Rajoy, está completamente orientada a impedir una protesta como la del 15M y las Mareas posteriores.
Y luego está la reforma incrustada de la estafa informática y la falsificación de tarjetas, que también es una chapuza de la que ya hablaremos.