No tenéis ni idea de lo distópico que me resulta ver salir a millones de personas a celebrar una victoria en un deporte mientras la inmensa mayoría de esas mismas personas no mueven un músculo cuando les arrebatan sus derechos o para defender a sus hermanos de los atropellos que sufren a diario.
Las sociedades actuales están a décadas, por no decir siglos, de comprender y defender lo que de verdad es importante.