@LibrosdeBabel
Muchímas gracias.
Ya veis qué despropósito de titular, el del artículo que adjuntáis a vuestro toot: con la riqueza que tiene el idioma español, una persona, supuestamente profesional en el uso de nuestra lengua, se empeña en utilizar el adjetivo comodín del momento, dejando a sus lectores a oscuras.
Ya hace algunos años que son o están brutales las bodas, las manzanas, los conciertos, los sábados, las carreras... y también los libros, los exámenes, las camisas o las drogas.
Poco antes habían sido o estado "bestiales", y mas atrás "increíbles".
¡Ah!... y por favor: para ir de verdad a la moda, en el lenguaje verbal, la "u" de brutal hay que alargarla y pronunciarla medio a la francesa.
¡Qué asquito!