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A riesgo de ser sindicado de "prejuicioso" con el "feminismo", o directamente, de ser tildado de fascista, heteromachista, retrógrado o discriminador, puse mucho el acento en este caso, que más allá de ser un tema policial/judicial, desnuda la coyuntura ideológica presente en nuestro país, que pasó de convertirse en un alumno privilegiado del Consenso de Washington allá por los 90, a un alumno privilegiado de la "Ideología de Género" ahora en 2020. Sin peajes, sin matices, sin contraste cultural, mucho menos, filtro religioso. Nada. Derechito al horno. Ideología de Género recién salidita de Davos para todas y todos. Y no hay, desgraciadamente, casi ninguna fuerza política que la enfrente, porque o están en la nómina, o tienen terror a las minorías gritonas (que se van convirtiendo en mayorías gracias a la educación cooptada). A ver... Llama poderosamente la atención el alto impacto del "Caso Rugbiers", que es horrendo y evidentemente destila un machismo tóxico, y el DISIMULO PLANIFICADO con OMISIÓN DESDE LOS MEDIOS del "Caso Lucio", que significativamente, se dio en paralelo y en simultáneo. Todas las pantallas y micrófonos exageran un caso pero increíblemente no muestran en absoluto al otro, cuando lo lógico, si es que vamos a poner a prueba nuestro interés morboso, sería que ambos casos tengan foco. Pero no. Una información DEBE tapar otra información (como decía Ignacio Ramonet). Y la respuesta es, evidentemente, ideológica. Porque en un caso se dio un asesinato (planificado o no) de manera "espontánea", pero en el otro, hubo gran cantidad de alertas IGNORADAS FLAGRANTEMENTE tanto por la escuela, como por el hospital, como por la jueza interviniente "con perspectiva de género", como por los vecinos que prefirieron mirar para otro lado. Y hubo súplicas por parte del abuelo y del padre que no fueron atendidas. El grado de alevosía y odio de género empleado por estas dos perversas-psicópatas NO PUEDE PRESCINDIRSE del grado de toxicidad que emana de la llamada "ideología de género" con constantes llamados de odio al varón y, hay que decirlo, a los niños. No podemos hacer la vista gorda aquí, porque de hacerlo, somos cómplices de una situación evidente. Así como el machismo es tóxico y no debiera tolerarse, ciertas situaciones inherentes al llamado "feminismo" (cooptado, desnaturalizado, pervertido, que ya nada tiene que ver con sus loables banderas originales) debe igualmente ser repudiado con todo ahínco, sin posibilidad de confusión. El otro día en el pasquín globalista Página/12 vi un artículo que culpaba del homicidio de Fernando Báez Sosa al "machismo" y abogaba por "rediseñar masculinidades". Ok... supongamos que si. Pero a Lucio Dupuy... ¿Qué fue lo que lo mató? ¿Titularía Página/12 que lo mató el feminismo en un grado tóxico e insano? ¿Titularía Página/12 que el grado de saña, con abuso sexual, tortura, lesiones y finalmente la muerte, agravado por el vínculo, es parte del desprecio que tenían estas dos mujeres psicópatas con un niño 𝒗𝒂𝒓𝒐́𝒏, indefenso y culpable por nacer azarosamente con ese sexo? ¿No hay que rediseñar ningún modelo de femineidad? ¿No hay que rever el tipo de «madres» - recatalogados de «cuerpos gestantes» para destrozar la empatía - que está creando este sistema?

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