Casi todos los días hay muertos por la acción policial en Perú. Pero en Lima no, ¿por qué?. Porque en Lima no se ha utilizado ni francotiradores que disparen a la cabeza o al corazón o policías que tiren a dar a bocajarro con balas. Es una decisión política y policial, para evitar la imagen nacional e internacional de muertes en la capital.
Parece que matar indios en el sur es menos costoso que en el norte. Hasta ese punto es racista la oligarquía y sociedad peruana. Pero en esa lógica, aún es más grave los muertos por que el gobierno podría evitarlos y no lo hace. La responsabilidad es por tanto más clara y lo previsible es que los responsables políticos y policiales, de estos asesinatos, acabarán por ser juzgado como ya sucedió con otros régimenes latinoamericanos, son crimenes de estado no accidentes dentro de un enfrentamiento de piedras contra balas.