La mayoría de las personas con las que te relacionas sufrirán algún tipo de discapacidad total o relativa a lo largo de su vida. Y es probable que te pase a ti.
Algunos nos quedaremos cojos, otros perderemos la vista, la mayoría oiremos muchísimo menos, prácticamente todos nos moveremos más despacio y perderemos fuerza y destreza. La lista es larga.
¿A qué viene todo esto? A que, si no lo hacemos por empatía hacia quienes no conocemos, cambiemos el mundo a mejor por puro egoísmo.