Al fediverso vine
buscando fediversión,
cariño y comprensión.
¡Dejadme que procrastine!
Terrible fue mi sorpresa
al comprobar que sin tino
el señor Fanta devino
inquisitorial lideresa.
Perseguir instancias quería
y azotar moderadores,
infligir muchos dolores
sin que nadie se le ría.
Un gran baño de moral
cubre su cuerpo entero
al bloquear con esmero
aquello que no ve normal.
De tanto excuir paisanos
se ha convertido en estatua.
Y cuando emite una fatua
los pájaros sobre sus manos,
incluso sobre su placa,
dan su propia opinión
normalmente en forma de caca.
Desgracias padece muchas
y el síndrome del monedero:
Recolectar con tesón
subvenciones del mundo entero
para meter en la hucha
Y comprarse un jamón.