Me llama la atención cuánta atención se le presta al chat con inteligencia artificial. Me recuerda a cuando los periodistas lo flipaban con wikileaks. Eso sí, ahora también la gente está dando datos, sus datos, sus gustos, sus pensamientos más íntimos a una máquina que luego será procesado por la empresa compradora. Lo mismo que la de las fotos cedidas para que saquen una versión digital de nosotros.