Hace unos días hablábamos sobre la situación en Georgia donde se está presionando al gobierno que intenta tener relaciones más fluidas con Rusia. Hoy, frente a una ley propuesta que requeriría que algunas ONG y organizaciones de medios se registren como agentes de influencia extranjera. El resultado de la votación fue contundente 76 a favor y 13 en contra, pero, al mejor estilo “revolución de color”, una violenta manifestación se lleva adelante en las calles. Acá tenemos declaraciones de hace menos de una semana de Samantha Power directora de USAID, una agencia para el desarrollo que funciona, a su vez, como un organismo desestabilizador de los países que no impongan las políticas deseables para Washington. Y después tengo que leer que los gobiernos yanquis son unos fenómenos.