“Para hablar de democracia exploramos el seno de la familia; cuando queremos hablar de violencia de género, hay que hacerlo desde el seno de las relaciones, de diverso tipo, entre ambos sexos. Se dice que la relación de Simone de Beauvoir y Sartre llevaba consigo el "no desestimar el amor y la amistad plurales", lo que en sí mismo no impedía los conflictos, al contrario. No se trataba "de una política de la felicidad sino de una exploración hacia la libertad". En una política de la felicidad, o cualquier política que pretende establecer reglas de operación y de conducta, surgirá el conflicto, pues el flujo de lo humano no opera por el decreto de uno solo hacia el otro, o de unos cuantos hacia el resto.”