En el hermoso libro "Ciudad", Clifford D. Simak imagina un futuro donde la disponibilidad de comunicaciones y de viajes rápidos hace innecesaria la vida en las ciudades.
La gente se desplaza a los suburbios o incluso al campo y las ciudades quedan vacÃas de población y de sentido. Pero claro, las estructuras de poder se resisten al cambio, e intentan forzar una continuidad urbana obligatoria que garantice su status quo.
Me pregunto si la vuelta a la presencialidad, innecesaria en muchos trabajos y contraproducente para la calidad de vida y el ambiente, no será sino la versión prosaica que nuestro mundo le dio a la hermosa historia de Simak.
Ojalá los perros nos recuerden, y cuenten a sus cachorros leyendas sobre nosotros al calor de las hogueras