El 1° de Mayo ha sido distorsionado desde tiempos tempranos.
En realidad, lo sucedido en 1886 está en consonancia con la "propaganda por el hecho", la estrategia de combate dispuesta por el anarquismo en la Internacional Negra.
En Chicago, anarquistas impulsaron la insurrección entre los obreros en huelga. Para ello crean grupos de afinidad armados, uno de los cuales arrojó la bomba contra la policía cuando esta reprimía la manifestación de Haymarket.
El Estado desarticuló la revuelta persiguiendo anarquistas y asesinando a siete de los más activos. Los "Mártires de Chicago" fueron ejecutados por ser parte de la insurrección anárquica, no por meras exigencias laborales.
De modo que el 1° de Mayo debería recordarse como el día de la insurrección contra la dominación, y no reducirlo a simples mejoras en la explotación laboral.