Creo que lo que más me sorprende una y otra vez desde el 2020 es como la legitimidad no se pierde nunca.
Onda, arranca el gobierno con una medida claramente antidemocráctica como es enchufar una reforma de estado en una ley de 500 artículos que debe votarse en dos semanas ¿Cuál es la respuesta de la oposición? Bueno, la ley tiene cosas malas sí, pero como estuvimos un poquito ahí en la cocina no le vamos a dar del todo para atrás, eso de antidemocrático no importa la verdad.
Después, pintó la pandemia e inmediatamente volvieron las ollas populares, que hacía casi 20 años no se veían. Desempleo, gente en la calle, y records de exportaciones. Tampoco alcanza para deslegitimar ninguna institución o algo parecido.
Privatización del puerto, escándalos de corrupción que van desde espionaje a políticos, sindicatos, e incluso menores en liceos, hasta acomodos o senadores violadores y pedófilos.
Además, recortes en todos los organismos públicos y baja de presupuestos. Reformas educativas completamente improvisadas y dañinas. Reformas jubilatorias de hambre en la que se trabaja más y se pierde plata a menos que seas militar.
La lista sigue y sigue y no para, pero la legitimidad no se pierde. Esto del agua es una más del montón. Un puñado de marchas y concentraciones y muchas declaraciones de repudio con palabras demasiado diplomáticas y gastadas.
Sinceramente me parece sorprendente...