Los combustibles fósiles son esenciales en el mantenimiento del sistema agroalimentario actual: maquinaria agrícola, bombeo de agua en el regadío, producción de fertilizantes de síntesis, todo tipo de plásticos de uso agrícola, etc. afectando a toda la cadena que va desde la producción, a la distribución y al consumo.
Alrededor del 30% del consumo de energía se emplea en el mantenimiento del sistema alimentario mundial