Con la disolución de las Cortes Generales, caducan todos los proyectos de Ley en tramitación. Habrá que empezar de nuevo en muchos casos, algunos muy dolorosos, como el proyecto de ley para derogar delitos de opinión. Los Abogados Cristianos seguirán sentando en el banquillo a humoristas.
Y todo puede empeorar si gana Feijóo. No parece tener mucho sentido del humor.