Alguien a quien quiero mucho me dijo hoy, que no me hablaba o escribía tan seguido como quiere, pues piensa que yo estoy muy ocupada, que sus conversaciones son aburridas para mí, que su presencia en mi vida está de más, que no me quiere molestar.
Sentí muy feo.
Le pregunté si en algún momento le hice sentir poco valioso, que me disculpara.
Me dijo que no. Son solo ideas, creencias, desde su desvalorización.
Le pedí que me escriba todo lo que desee. Que le quiero un montón y le extraño.