Una forma de ir restableciendo el lugar principal que le corresponde a la historia y a la cultura, es aprovechar las fechas en las que, las autoridades, sea por convicción u obligación, guían la celebración de aquellos hechos históricos que determinaron a los países, como son los de la independencia y la revolución, o como las luchas sociales y sus victorias, no obstante, tomándolo a su vez como una responsabilidad del individuo. Póngase como ejemplo el 15 de septiembre, una fecha determinante para México porque conmemora el inicio de la gesta que culminaría con su independencia de la corona española.