Ultimamente estuve pensando que la pregunta "¿para qué?" me resulta sumamente antipática.
A veces me gusta hacer cosas "porque si", por que me resultan interesantes, porque soy curioso y hacerlas aplaca mi curiosidad, o despierta en mi otras inquietudes y me llevan a explorar y descubrir cosas nuevas.
"¿Para qué?" suele tener un tono utilitarista que me deprime.
Es una pregunta que penaliza la creatividad, el juego y la capacidad de asombro.