Cualquier cosa que venga de una corporación con un historial de prácticas dudosas debería ser puesto en cuarentena, y a ser posible cortado de raíz.
Meta solo busca su propio beneficio y trata al usuario como mercancía. Todas sus redes sociales han espiado, amparado discursos de odio y censurado lo que no les parece adecuado comercialmente. Lo han hecho con Facebook e Instagram, así que Threads no va a ser diferente.
Ahora les interesa la interconectividad para ampliar su modelo de negocio, minar datos y dar la impresión de ser una alternativa, cuando solo ofrecen más de lo mismo y ni se molestan en maquillarlo.
No hay que permitirles meter el pie ni enturbiar el entorno con su contenido ni su forma de hacer las cosas. Hay que hacer lo mismo con ellos que con cualquier otra instancia tóxica: darles con la puerta en las narices y demostrarles que otra forma de relacionarse online es posible.