El 13 de abril de 2012, de madrugada, el rey de España Juan Carlos I, tropieza y sufre una aparatosa caída en un bungaló de lujo en Botsuana, a donde se había desplazado en secreto a practicar la cacería de elefantes junto a su amante y varios amigos. Dada la gravedad del accidente, tendría que regresar a España, cuya economía se encontraba muy debilitada a raíz de la crisis de 2008, causando un gran malestar social e iniciando la etapa más crítica de su reinado.