Es una vergüenza que haya que llegar a esto.
De todas las vida de Dios, el recién llegado a un sitio, se adapta a las costumbres establecidas. Sí quiere imponer las suyas, que se vaya a otro sitio donde las tengan parecidas, o se vaya a vivir a un pueblo abandonado.
Os imagináis ir a un piso compartido y en vez de preguntar las normas, presentarles a tus nuevos compañeros las tuyas y exigir que por cojones se apliquen?