Bien porque #Pedro Sánchez quiera parar esta escalada de la ultraderecha.
Mal porque lo haga ahora, cuando ya se han cargado a un vicepresidente y un partido entre medias. Recordemos que a Pablo Iglesias e Irene Montero llegaron a mandarles cartas con balas y acosarlos en su casa.
Pero lo peor no es eso, apoyaré hasta el final la democracia y a un presidente elegido por todos. Aunque llegue tarde.
Lo peor es que seguramente no tendrá la valentía de atajar el problema de los medios y en altas instituciones del Estado para que la ultraderecha de este país no tenga siempre el poder, incluso cuando nadie los vota en las urnas.