El 25 de abril de 1998, en la localidad sevillana de Aznalcóllar se rompe una balsa de residuos, provocando el desastre de Aznalcóllar (contaminación de acuíferos y entornos naturales). El antiguo Ministerio de Medio Ambiente ganó un contencioso-administrativo en el Tribunal Supremo para que Boliden pagara los 43 millones que se gastó en la limpieza de lodos tóxicos, pero nunca llegó a cobrarlos por la insolvencia de la filial española.