El 26 de abril de 1937, la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor del bando sublevado, bombardean la ciudad de Guernica con bombas incendiarias y explosivas que arrasaron la ciudad a tal punto que el propio mando sublevado no quiso reconocerlo públicamente. El ejército alemán utilizaría el ataque como un ensayo para los posteriores bombardeos masivos de la Segunda Guerra Mundial. Hubo un total de 1.654 muertos y 889 heridos.