Un cosa que siempre me ha sorprendido muchísimo es la gente de clase obrera que está en contra de la okupación. Una empresa tiene cientos o miles de viviendas vacías para subir artificialmente el precio del parque inmobiliario y condenarnos a todos a la miseria y lo que les parece mal es que haya gente que ocupe esos pisos y los convierta en su morada.