¿Intereses de quién? Por ejemplo de Renfe, que lo utiliza en muchas de sus respuestas, para no desvelar incidencias o retrasos en Cercanías, para evitar, dicen, perjuicio para su posición en el mercado frente a las empresas competidoras “que no publican” esos datos.
Aunque, una vez admitidas a trámite, puede ser que tampoco terminen prosperando. En muchos casos, porque la solicitud choca con la protección de datos personales. En otros, porque lo hacen con uno de los otros 12 límites que marca la ley.