Mientras Occidente sólo propone vaguedades para el día después de la guerra de Gaza, soluciones que en el mejor de los casos niegan la autonomía del pueblo palestino para decidir sobre su futuro, allanando el camino para que Israel imponga una ocupación brutal y un estado de guerra constante; China ha negociado un acuerdo de unidad nacional con las facciones palestinas, previo paso a elecciones democráticas para decidir el Gobierno de Gaza y Cisjordania.