Mi narrativa favorita de estos Juegos Olímpicos es cómo están reproduciendo nuestro mundo, igual que en una miniatura vergonzante:
- Atletas que no pueden pagar el alquiler, junto a otros, del mismo país, que son multimillonarios.
- Atletas puestas en duda por su raza, género o condición, pero solo si destacan.
- Atletas a las que su propio país acosa o no financia, pero apuntan el tanto a la bandera si ganan.
- Atletas durmiendo en cuchitriles sobre camas de cartón "por el compromiso ecológico" mientras los dirigentes parásitos de turno vuelan en jet privado a verles y se alojan en palacios.