A pesar de la tormenta, de las sombras que a veces nos rodean y de las palabras que se quedan atrapadas en la garganta, sigo queriendo estar contigo.
Sigo creyendo en esa luz que una vez encendimos juntas, en los silencios que compartimos y en las risas que nos salvan de todo lo demás.
Es cierto, hemos caído en abismos y nos hemos perdido en laberintos, pero siempre encontramos la manera de regresar, de volver a ese lugar donde nuestras manos se entrelazan como si no existiera nada más.
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