Las pirámides de Egipto no se construyeron con mano de obra esclava. Las pruebas arqueológicas muestran que los peones eran una mezcla de trabajadores cualificados y agricultores pobres que trabajaban en temporada baja, estos últimos probablemente reclutados para el servicio nacional, y se les remuneraba con alimentos de alta calidad y exenciones fiscales. La idea de que se utilizaban esclavos tiene su origen en los escritos del antiguo historiador griego Heródoto, y la idea de que se empleaban específicamente esclavos israelitas surgió siglos después de la construcción de las pirámides.