Una cosa que asumimos con naturalidad pero, en verdad, no tiene sentido histórico, es que en el cole y el insti solo estudiemos la historia y la cultura cristianas y no la de los pueblos musulmanes que poblaron la península.
Apuntala la falsa idea de que los españoles somos todos descendientes de "cristiano viejo", en lugar de ser coherentes con el hecho de que, tanto en lo genético como en lo cultural, somos un produzco mestizo de no dos, sino varias culturas musulmanas y cristianas entremezcladas.
En mi España utópica los chavales estudiarían nuestro legado alandalusí, sus orígenes (también) musulmanes.
¿Podría haber una receta mejor contra la xenofobia que reconocer nuestra identidad mestiza, medio africana medio europea?
Es la misma lógica por la que en Latinoamérica tendría sentido estudiar el legado español o portugués tanto como el de los pueblos nativos de cada región.
Hay que romper todo espejismo de pureza identitaria promovido por los nacionalismos.