Voy a festejar que mi instancia ha habilitado 2000 caracteres por toot para contaros algo largo, que llevaba tiempo pendiente:
Son algunas notas de mi verdadera experiencia como profesor de prácticas en 2023 en el instituto católico concertado Misioneras de la Providencia en Salamanca.
Allí fui testigo de un interesante esquema de corrupción educativa. Aquí algunos de sus hitos más importantes:
- No tenían orientadora escolar.
- Quien ejercía de orientadora era la monja directora, que también era la profesora de filosofía (y son cargos incompatibles).
- La monja directora no compartía NADA del expediente psicológico de los alumnos con los profesores. Los profesores carecían por completo de esa información.
- Los padres y los niños podían vetar la docencia del profesor. A mí me vetaron por… atención: enseñar expresión oral en 4º de la ESO. A algunos niños les daba vergüenza hablar en público, así que se quejaron a sus padres y estos a la directora y me prohibieron… enseñar y evaluar a los alumnos expresión oral, un pilar de mi asignatura en todas las leyes educativas desde los años 90
- Los alumnos de 2º de bachillerato no podían presentarse a filosofía en la EBAU porque la monja directora se negaba a darles a los autores no cristianos.
- Los profesores les decían antes a los alumnos de 1º de bachillerato las preguntas que iban a entrar en sus exámenes. Decir que inflaban las notas es quedarse corto: sus expedientes eran zepelines.
- Los chavales podían agredir a los profesores sin consecuencias. Yo vi como le tiraban varias tizas a mi profesora tutora en 1º de Bachillerato! Ella no tomó ninguna medida disciplinaria. Solo siguió aguantando la humillación.
Podría seguir pero creo que no hace falta.
Queridos tutores legales, por favor, no metáis a vuestros hijos en centros concertados sin comprobar antes su verdadero nivel académico. Si vuestro hijo saca muy buenas notas haciendo muy poco, sabed que estáis siendo estafados.