Cuando mi padre salía de mi casa para la suya me he quedado recogiendo el baño con el balcón abierto. Pasó un vecino del pueblo con su nieta de unos seis años de la mano. Se acercaban a una casa abandonada con una humedad en la parte baja de la fachada donde ha salido cierto verdor cuando la niña ha dicho: Abuelo, ¿venimos a este manantial? Y ahora quiero sentir la vida desde el filtro en que la siente ella.