Dicen que a los gatos no le gustan las excursiones
Lo que sí les gusta es explorar su territorio.
Cuando un gato se escapa, lo habitual es que esté a pocos metros de su casa.
Los gatos domesticados que pueden entrar y salir de una casa suelen rondarla muy cerca.
Así que cuando compramos esta mochila, la idea era usarla para darle pequeños paseitos por la manzana y los alrededores de nuestro piso.
La dejamos unas semanas en el salón para que se familiarizara con ella.
Y ayer hice la primera excursión: Subir y bajar las escaleras del piso y una vuelta a la manzana. 5 minutos.
De vuelta a nuestra casa salió de la mochila contento. Probablemente porque había vuelto.
Hoy he hecho la segunda excursión, de 10 minutos, al campus universitario que está al lado, hoy desierto, amplio y con pocos coches.
Llovía un poco, he llevado paraguas.
El gato ha ido tranquilo, sin maullar ni revolverse, y cuando hemos vuelto a casa ha salido de la mochila tan pichi y se ha quedado tan tranquilo.
Yo creo que esto funciona. Le da un pequeño estímulo, lo despeja y lo entretiene. ¿O eso es a mí? ¿Será mutuo?
Seguiremos informando.