"Noli me tangere"
Esto era un día que estaba el señor Jesucristo discutiendo con la Magdalena, y esta, en medio de la discusión, le tocó el pectoral con sus maneras de señora andaluza: con el revés de la mano, abierta aunque ligeramente ahuecada, como haciendo cazo, y los dedos mirando hacia arriba.
Y Jesucristo le dijo a esta: "Noli me tangere"; como diciéndole: "estamos en medio de una discusión, vamos a respetar nuestro espacio físico".
No la vio venir. La Magdalena le calzó una buena hostia y le dijo que latinajos a su madre.