Con el cambio de hora anocheció antes de lo esperado y los niños empezaban a impacientarse. Mil veces le dijo al jefe de estudios que era mala idea hacer la excursión al monte por la tarde, pero la mañana había que emplearla en visitar la dichosa fábrica de mermeladas y dejar para el monte lo que quedase del día.
Ahora era ella quien se tenía a enfrentar a estar medio perdida con un grupo de niños de 8 años que empezaban a asustarse al ver caer la noche en medio de un monte sobre el que circulaban muchas historias tétricas. Comenzaban a oírse algunos sollozos, había que tranquilizar al grupo.
—¡Tranquilos, chicos, estamos volviendo a la zona de recreo y allí nos esperan el resto del grupo y el autocar...
Una sombra, surgida de los árboles, voló rápidamente hacia ella por su espalda, le arrancó la cabeza y se fue con ella por el otro lado. Los niños, impactados, echaron a correr en todas direcciones.
Nunca encontraron a ninguno, pero si visitas esa zona por la noche es posible que escuches una lejana voz llamarles y pedirles que se agrupen. También es posible que veas a la caminante sin cabeza. Asusta, pero puedes estar tranquilo, ella no es peligrosa. Solamente debes asustarte si encuentras un niño o una niña que se ha perdido y te pide ayuda. O si de repente suenan unas ramas a tu espalda.