Hay quien trata de hacer creer a los demás que las especies invasoras pueden ser, de algún modo, aliadas en según qué circunstancias.
Hay algo que hay que tener muy claro de las especies invasoras. Independientemente de los servicios ecosistémicos que puedan proporcionar —y algunas, efectivamente, lo hacen—, las invasiones biológicas conforman un fenómeno que es inherentemente destructivo. Y quien te diga lo contrario, se equivoca o miente.